¿Qué es el travertino?

El travertino es una piedra caliza porosa formada por depósitos de carbonato de calcio que presenta un color claro y amarillento.

El travertino se utiliza desde la antigua Roma como piedra ornamental en construcciones de toda clase, bien sean públicas, como monumentos e iglesias, bien de carácter privado, para revestimiento de fachadas o decoración interior. Gracias a su textura compacta y cristalina, ofrece un aspecto suave y agradable a la vista y al tacto.    

La palabra travertino tiene su origen en el vocablo italiano del mismo nombre, que significa «piedra de Tibur» (Tívoli), ubicada a los pies de los montes de cuyas canteras se extraía el preciado material.

Componentes y tipos 

El travertino es una roca que se origina a partir de la deposición de carbonato de calcio en aguas manatiales y fuentes termales. Como resultado, se forman capas de calcita y aragonito en su mayor parte con fragmentos de otros minerales como la limonita. Esta combinación es la responsable de sus tonalidades luminosas que van del amarillo al gris, pasando por una amplia escala de tonos marrones y rojizos.

Como muestra de este vasto abanico de tonalidades, tenemos los siguientes mármoles travertinos:

  • Clásico. Con sus escalonadas franjas de tonos beige y marrón, este travertino es todo un clásico en la historia de la construcción, ya que es el material con el que revistieron numerosos edificios y monumentos de la antigua Roma. 
  • Claro o Transparente. De color miel o marrón claro, el travertino transparente parece que la propia Naturaleza lo acabara de pulir por el brillo y la suavidad en su capa externa. 
  • Silver. Este travertino extraído de las canteras iraníes y turquesas, muestra en conjunto un bellísimo color plateado en el que no sólo están presentes diversas tonalidades de gris, sino también vetas de tono pardo e incluso verdoso.

Ventajas de los travertinos

Resistencia y durabilidad. Esta piedra es apta para el tallado y cualquier otro tratamiento que se desee realizar sobre él. Pero lo que destaca por encima de todo es la dureza de su composición mineral, que lo hace invulnerable a las condiciones térmicas extremas y a agentes agresivos como la abrasión o la humedad. También posee una enorme resistencia frente a golpes y rozaduras.  

Otra de las ventajas de los travertinos es que sus colores no varían con el paso de los años de tal forma que, independientemente del mármol travertino que elijas, la obra realizada con éste conservará su belleza y sus cualidades para toda la vida.  

Versatilidad y belleza.  El travertino es uno de los materiales más bellos y elegantes que existen con el transcurrir de los siglos. Además, siempre habrá un tipo de travertino adecuado para cualquier superficie y estancia de la casa. 

Fácil limpieza. Es fácil de limpiar y conservar gracias a su estructura especial, lo que permite utilizar cualquier desinfectante líquido. Dicho de otro modo: tú sólo preocúpate por acabar con los gérmenes.

TRAVERTINOS

Usos y Aplicaciones

Interiores y exteriores

Gracias a las características arriba mencionadas, el travertino es un material muy polivalente que puede ser utilizado tanto en fachadas y superficies externas, así como para la ornamentación interior.  

En interiores, el travertino se emplea en lavabos, encimeras y cualquier tipo de revestimientos para baño y cocina, incluyendo suelos y paredes. 

Por otro lado, en exteriores se usa en bordes de piscina, terrazas, corredores al aire libre o la fachada de una casa por su capacidad de aguante frente a las inclemencias climatológicas (frío, lluvia, la continua exposición a la luz solar, etc.) sin que disminuya un ápice ni el color ni el brillo del travertino.   

 

Nuestros acabados

Los acabados más tradicionales que se utilizan para tratamiento de los mármoles travertinos son los siguientes: 

Natural o Bruto. Este acabado ofrece un aspecto más rústico en su apariencia y es el que mejor conserva la porosidad y características de la piedra natural del travertino. Por todo ello, es el más recomendable para su instalación en obras exteriores.

Pulido. Mediante la acción de alisar y dar lustre a la piedra en estado original, el proceso de pulido concede al travertino un brillo y una luminosidad especiales, así como una increíble suavidad y tersura al tacto. Este acabado es el perfecto para superficies de interior y elementos de baño y cocina como lavabos y encimeras.

Apomazado. Sirviéndose de un procedimiento similar al anterior pero sin emplear el grano más fino, el acabado apomazado le otorga al travertino un aspecto terso y suave y completamente mate. Por ello, este acabado en el más conveniente para suelos y revestimiento de paredes en exteriores. 

Abujardado. Con esta técnica logramos un aspecto rugoso, uniforme y una superficie antideslizante por completo. Así, es especialmente indicado para escaleras o suelos y bordes de piscinas. Este acabado también suele utilizarse en fachadas y para revestimiento de paredes, sobre todo en exteriores.

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